lunes, 17 de diciembre de 2012

DESNUDA *El affaire Blackstone I* Raine Miller




Un fruto prohibido especialmente tentador, no hay que resistirse, morderlo es delicioso...


El compró mi fotografía y poseyó mi alma...

Ethan Blackstone es un hombre rico, sexy y protector. Dirige su propia compañía de seguridad privada y ahora está inmerso en la organización de los Juegos Olímpicos 2012. Brynne Bennet es una chica americana con un pasado que la sigue aterrorizando en sus pesadillas y por el que recibe tratamiento psicológico. Vive en Londres, donde intenta empezar de nuevo mientras compagina sus estudios de arte con su trabajo como modelo.

Ambos se encuentran de manera fortuita en una exposición de fotografía en la que ella participa. Entre los dos surge de inmediato una atracción magnética que los acerca de forma peligrosa.

Pero en esta relación se esconden secretos. Secretos que oprimen el alma y que dejan profundas cicatrices. ¿Será Ethan capaz de liberar a Brynne del pasado que la estigmatiza? ¿Cederá Brynne a sus encantos, o los espectros que la atormentan volverán a resurgir y acabarán con la oportunidad de forjar un futuro en común?








Está más que claro que la erótica últimamente está de moda, las editoriales se han subido al carro del éxito cosechado por 50 Sombras de Grey y están aprovechando el tirón editando novelas con la misma temática o muy parecida; Y Desnuda no es una excepción.

Nos encontramos ante una pareja, en la que uno de los dos, en este caso Brynne, tiene secuelas de traumas acontecidos en una época pasada de su vida y que influye directamente en sus relaciones y en el presente. Por otro lado tenemos a Ethan, quien es un empresario con cierta fama, con una empresa en sus manos y una actitud muy dominante.

Lo de ellos es amor a primera vista… o más que amor, deseo a primera vista. Desde el momento en que Ethan ve el desnudo artístico de Brynne se obsesiona con ella; No tiene mayores dificultades en entrarle a la chica y camelársela para que se suba a su coche y llevarla a casa.

La relación que se establece entre ellos, es fulminante, al igual que el tono de la novela. Pasan de saludarse, de no conocerse de nada, a follar como cobayas en la casa de él.

Sinceramente, la novela me ha parecido muy pobre, demasiado rápida e inconexa. La atracción de los dos es inmediata e injustificada, no existe ninguna química entre los protagonistas, o por lo menos a mí no me ha llegado. El ahora te veo y no meo, parece ser la conducta de Ethan desde el primer momento, se muestra obsesionado por ella, celoso al extremo y muy posesivo algo que Brynne acepta sin más como una posible vía de escape a sus traumas.

Los personajes secundarios, parecen usados como comodín y en el caso de la compañera de piso de Brynne casi es una aparición espontánea, como si de repente se hubiese acordado que no vive sola.

Este es más bien un relato corto erótico, pero ni siquiera las escenas de sexo son tan calientes o dejan huella como ha podido pasar autoras de la talla de Shayla Black o Sylvia Day.

Para mí es un libro para pasar el rato, sin ninguna pretensión y ligeramente aburrido.





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